Muslos de pollo crujientes

Muslos de pollo crujientes sin piel

Muslos de pollo al horno: suena aburrido, pero no lo es. Cuando horneas los muslos de pollo con piel y con hueso, la piel se crispa maravillosamente, reteniendo toda la sabrosa jugosidad de esa rica y tierna carne oscura. Es pura magia de muslos de pollo asados y no requiere casi ninguna habilidad. De hecho, cocinar muslos de pollo crujientes en el horno es una habilidad mucho más fácil de perfeccionar que las pechugas de pollo, porque los muslos -especialmente si tienen piel- tienen más grasa y por lo tanto son menos propensos a secarse. Muslos de pollo perfectamente crujientes gracias a… ¡Las claras de huevo! Un simple lavado de huevo aplicado justo antes de hornear es el secreto para que estos muslos de pollo al horno tengan una piel perfectamente dorada y crujiente. Bate las claras de huevo hasta que estén súper espumosas y luego pásalas por los muslos de pollo sazonados con una brocha de pastelería. Muslos de pollo crujientes, garantizado.

Cinco ingredientes, un sinfín de posibilidades. Sazonamos nuestros muslos de pollo crujientes con sal, pimienta y un poco de pimentón para darles color y un toque de sabor dulce y ahumado. Esta receta es muy versátil y está diseñada para ser utilizada como una receta maestra: hornea una gran sartén de muslos de pollo y guárdalos en la nevera para utilizarlos durante toda la semana. Puedes servirlos tal cual con una gran ensalada y un buen pan, o estos muslos de pollo crujientes al horno están deliciosos:

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Muslos de pollo crujientes de hierro fundido

Los muslos de pollo al horno, crujientes y jugosos, son la comida perfecta para la semana. Esta receta de pollo es increíblemente fácil de hacer, está repleta de sabor y es mucho más saludable que el pollo frito tradicional: te encantará. Mira el vídeo a continuación.

Si buscas una guarnición sabrosa, prueba mis coles de Bruselas con bacon al balsámico, el boniato al horno, el puré de coliflor, las acelgas salteadas con ajo, el brócoli al vapor o las judías verdes. ¡Muchas opciones!

Hoy en día, ya no como KFC (por razones obvias) pero me sigue gustando el pollo tierno y jugoso con una piel crujiente y sabrosa. Y ahí es donde entran mis muslos de pollo al horno. Con un chorrito de aceite de aguacate y una generosa cantidad de hierbas secas puedes crear un pollo al horno crujiente que encantará a toda la familia. Y puedes sentirte bien sabiendo que es más saludable.

¿Puedes utilizar muslos de pollo sin piel y sin hueso en esta receta? Por supuesto. Pero si lo que buscas es sabor, te recomiendo usar muslos de pollo con hueso y piel. La piel retiene la humedad y el pollo con hueso sabe mejor. También es más barato. Todos ganan.

Muslos de pollo crujientes, al horno

Si te gusta el pollo con piel crujiente, esta receta seguro que te gustará. Y como sólo necesitas pollo, aceite y sal y pimienta, es un plato sencillo de preparar en el último momento.  Los muslos de pollo con piel crujiente son un plato fabuloso para el día a día y son perfectos para un picnic o para un evento de bienvenida. Al saltear y luego asar los muslos en una sartén de hierro fundido pesada, se les extrae más grasa, lo que deja la piel crujiente y deliciosa.

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Los muslos de pollo se han hecho más populares en los últimos años, y con razón. Su carne es asequible y, al mismo tiempo, rica y sabrosa en comparación con la carne de pechuga blanca, de sabor más suave, ofreciendo un sabor satisfactorio por sí solo. El único inconveniente es que los muslos de pollo tienen más grasa que las pechugas; esta grasa, sin embargo, es la que ayuda a que la piel quede perfectamente crujiente.

Si ves que la piel de los muslos de pollo no está tan crujiente como te gustaría, podría significar que la piel no estaba seca antes de añadirla al aceite. Asegúrese de secar el pollo con palmaditas antes de sazonarlo, y si quiere que quede aún más firme, coloque el pollo en el frigorífico, sin tapar, para que la piel se seque un poco. Además, asegúrese de que la piel esté tensa sobre la carne y no la mueva demasiado mientras se cocina, o la piel podría rasgarse.

Pollo crujiente en el horno

Cuando horneas los muslos de pollo con piel y hueso, la piel se crispa de forma maravillosa, reteniendo toda la jugosidad sabrosa de esa rica y tierna carne oscura. Es pura magia de muslos de pollo asados y no requiere casi ninguna habilidad. De hecho, cocinar muslos de pollo crujientes en el horno es una habilidad mucho más fácil de perfeccionar que las pechugas de pollo, porque los muslos -especialmente si tienen piel- tienen más grasa y por lo tanto son menos propensos a secarse.

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¡Claras de huevo! Un simple lavado de huevo aplicado justo antes de hornear es el secreto para que estos muslos de pollo al horno tengan una piel perfectamente dorada y crujiente. Bate las claras de huevo hasta que estén súper espumosas y luego pásalas por los muslos de pollo sazonados con una brocha de pastelería. Muslos de pollo crujientes, garantizados.

Sazonamos nuestros muslos de pollo crujientes con sal, pimienta y un poco de pimentón para darles color y un toque de sabor dulce y ahumado. Esta receta es muy versátil y está diseñada para ser utilizada como una receta maestra: hornea una gran sartén de muslos de pollo y guárdalos en la nevera para utilizarlos durante toda la semana. Puedes servirlos tal cual con una gran ensalada y un buen pan, o estos muslos de pollo crujientes al horno están deliciosos: