Garbanzos a la andaluza

Garbanzos a la andaluza

calamares a la andaluza

Nunca me canso de esta receta. Tal vez porque se trata de una comida reconfortante en su máxima expresión. Un guiso de verduras terroso, saciante, cálido y sabroso que, si se come a la hora de la comida, hará que te apetezca echarte una siesta nada más terminarlo.

Como dirían los españoles, este plato es “bueno, bonito y barato”. No puede ser más cierto. Como muchas otras recetas campesinas del sur de España, estos garbanzos con espinacas son un buen ejemplo de cómo sacar partido a ingredientes sencillos y humildes.

Sí, tiene una indudable influencia de Oriente Medio. De hecho, fueron los persas quienes trajeron las espinacas y los fenicios quienes importaron por primera vez los garbanzos a España. Sin embargo, después de tantos siglos, podemos afirmar que se trata de un plato andaluz muy tradicional.

Puede encontrar esta receta en los bares de tapas de toda Andalucía. Aunque, sinceramente, nunca hemos comido una versión mejor que en nuestros viajes a Sevilla, y más concretamente a unos bares de esquina en el impresionante barrio obrero de Triana.

tapas españolas de garbanzos

Nunca me canso de esta receta. Tal vez porque se trata de una comida reconfortante en su máxima expresión. Un guiso de verduras terroso, saciante, cálido y sabroso que, si se come a la hora de la comida, hará que te apetezca echarte una siesta nada más terminarlo.

Como dirían los españoles, este plato es “bueno, bonito y barato”. No puede ser más cierto. Como muchas otras recetas campesinas del sur de España, estos garbanzos con espinacas son un buen ejemplo de cómo sacar partido a ingredientes sencillos y humildes.

Sí, tiene una indudable influencia de Oriente Medio. De hecho, fueron los persas quienes trajeron las espinacas y los fenicios quienes importaron por primera vez los garbanzos a España. Sin embargo, después de tantos siglos, podemos afirmar que se trata de un plato andaluz muy tradicional.

Puede encontrar esta receta en los bares de tapas de toda Andalucía. Aunque, sinceramente, nunca hemos comido una versión mejor que en nuestros viajes a Sevilla, y más concretamente a unos bares de esquina en el impresionante barrio obrero de Triana.

espinacas con garbanzos

Este guiso de garbanzos y espinacas está basado en los garbanzos con espinacas que solía hacer con el chef John Critchley en Toro, Boston. Es el aperitivo más clásico de los bares españoles y se puede encontrar en toda España con todo tipo de sabores, desde chorizo ahumado y morcilla hasta preparaciones más sencillas servidas sólo con un chorrito de vinagre de Jerez.

Esta versión vegana, que está a medio camino entre una sopa y un cocido, se basa en los garbanzos enlatados y su líquido para darle cuerpo, pero dándoles un poco de cocción a fuego lento con algunos aromáticos – ajo, cebolla, laurel y pimentón ahumado – les devuelve una tonelada de sabor. La parte única es el poco de jengibre que se añade al puré de tomates. No es suficiente para que sea evidente, pero sí para añadir un poco de calor complejo a la espina dorsal salseada del plato.

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garbanzos en un tenedor

Este guiso de garbanzos y espinacas está basado en los garbanzos con espinacas que solía hacer con el chef John Critchley en Toro, Boston. Es el aperitivo más clásico de los bares españoles y se puede encontrar en toda España con todo tipo de sabores, desde el chorizo ahumado y la morcilla hasta preparaciones más sencillas servidas sólo con un chorrito de vinagre de Jerez.

Esta versión vegana, que está a medio camino entre una sopa y un cocido, se basa en los garbanzos enlatados y su líquido para darle cuerpo, pero dándoles un poco de cocción a fuego lento con algunos aromáticos – ajo, cebolla, laurel y pimentón ahumado – les devuelve una tonelada de sabor. La parte única es el poco de jengibre que se añade al puré de tomates. No es lo suficiente como para resultar obvio, pero sí para añadir un poco de calor complejo a la espina dorsal salseada del plato.

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