El faro del caballo

no se puede guardar un caballo en un faro

Cuenta la leyenda que, antaño, cuando los numerosos fuertes y baterías que protegían este importante enclave costero se encontraban a pleno rendimiento, un gran número de barcos corsarios emergían del horizonte con la clara intención de asaltar y saquear estas costas. Los corsarios, conscientes del pavor que infundían entre los habitantes de las costas, echaron anclas esperando el mejor momento para su ataque, sin saber la potencia de fuego que les apuntaba. Viendo la oportunidad que le ofrecían los confiados corsarios, el comandante en jefe ordenó abrir fuego contra el enemigo con todas las baterías al unísono. Tal fue el estruendo y la intensidad del ataque que la tierra tembló hasta el punto de romper un enorme bloque de la montaña precipitándose hacia el mar, dando lugar a lo que hoy conocemos como la Roca del Fraile. Las pocas naves corsarias que resistieron a duras penas el ataque huyeron despavoridas al ver cómo hasta la tierra se les venía encima junto a las balas de cañón que las hundían.

el faro y un caballo

Cuenta la leyenda que, antaño, cuando los numerosos fuertes y baterías que protegían este importante enclave costero se encontraban a pleno rendimiento, un gran número de barcos corsarios emergían del horizonte con la clara intención de asaltar y saquear estas costas. Los corsarios, conscientes del pavor que infundían entre los habitantes de las costas, echaron anclas esperando el mejor momento para su ataque, sin saber la potencia de fuego que les apuntaba. Viendo la oportunidad que le ofrecían los confiados corsarios, el comandante en jefe ordenó abrir fuego contra el enemigo con todas las baterías al unísono. Tal fue el estruendo y la intensidad del ataque que la tierra tembló hasta el punto de romper un enorme bloque de la montaña precipitándose hacia el mar, dando lugar a lo que hoy conocemos como la Roca del Fraile. Las pocas naves corsarias que resistieron a duras penas el ataque huyeron despavoridas al ver cómo hasta la tierra se les venía encima junto a las balas de cañón que las hundían.

no se puede tener un caballo en un faro – (clarges,hill,littler

La División de Arte, Impresiones y Fotografías Miriam e Ira D. Wallach: Photography Collection, The New York Public Library. “Caballo R. desde la orilla hasta el faro de San Agustín a través del pantano”. Colecciones digitales de la Biblioteca Pública de Nueva York. 1885. https://digitalcollections.nypl.org/items/510d47e0-544f-a3d9-e040-e00a18064a99

División de Arte, Impresiones y Fotografías Miriam e Ira D. Wallach: Photography Collection, The New York Public Library. “Horse R.R. desde la orilla hasta el faro de St. Augustine a través del pantano”. Colecciones digitales de la Biblioteca Pública de Nueva York. Consultado el 5 de enero de 2022. https://digitalcollections.nypl.org/items/510d47e0-544f-a3d9-e040-e00a18064a99

División de Arte, Impresiones y Fotografías Miriam e Ira D. Wallach: Photography Collection, The New York Public Library. (1885). Horse R.R. desde la orilla hasta el faro de San Agustín a través del pantano. Retrieved from https://digitalcollections.nypl.org/items/510d47e0-544f-a3d9-e040-e00a18064a99

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