Invertir en inteligencia artificial

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Las estrategias temáticas o de megatendencias suelen centrarse en la próxima ola de “grandes ideas” para la renta variable. Pero, ¿qué aspecto tienen realmente algunas de estas grandes ideas en su aplicación? Christopher Gannatti lo explica.

La conquista de la Tierra por parte de los robots es una divertida película de ciencia ficción, pero no refleja ni de lejos la inteligencia artificial actual. La IA ayuda a los teléfonos a reconocer nuestras caras, los coches frenan solos y un amplio espectro de industrias desarrollan la innovación a un ritmo antes imposible. Chris Gannatti y Blake Heimann lo desglosan todo y muestran cómo nuestro nuevo Fondo pretende ofrecer un acceso preciso a esta megatendencia diversa y expansiva.

Los inversores en 2020 y 2021 se han familiarizado con una especie de “flujo” y “reflujo” natural del rendimiento de las diferentes megatendencias. Siempre se prefiere un rendimiento positivo, pero el riesgo de ser “demasiado positivo” es que los inversores empiecen a pensar que “se lo han perdido” o que una “corrección está a la vuelta de la esquina.” Mirando al futuro, Chris Gannatti ofrece su perspectiva de la megatendencia de la ciberseguridad.

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Con el aumento de la tecnología de inteligencia artificial en todos los sectores, aprender a invertir en IA es lo más importante para muchos estadounidenses. A medida que la gente observa el rápido crecimiento de las empresas innovadoras que utilizan la tecnología de IA, se ha producido un aumento natural del interés en torno a la inversión en IA. Las predicciones de que el tamaño del mercado de la IA tendrá un valor de 390.900 millones de dólares en 2025 motivan a la gente a entender más sobre este sector empresarial.

Desde el aprendizaje automático hasta el reconocimiento de patrones y el modelado predictivo, no es fácil mantenerse al día con los diferentes subconjuntos de la inteligencia artificial y cómo están impactando en las empresas. Dado que la IA es una categoría de tecnología tan amplia, a veces resulta abrumador incluso comprender los aspectos básicos. Si está pensando en invertir en una empresa impulsada por la IA, es fundamental que aprenda todo lo posible sobre este tipo de inversiones. Si tiene curiosidad por profundizar en el tema de la inversión en IA, consulte nuestra guía.

La inteligencia artificial (IA) es una serie de programas y algoritmos que imitan la inteligencia humana para llevar a cabo de forma eficiente las tareas que normalmente realizan los humanos. El término “inteligencia artificial” se acuñó en 1956, por lo que la IA no es un concepto nuevo. Sin embargo, las capacidades de la IA han mejorado drásticamente en las últimas dos décadas, dando paso a una nueva era de avances tecnológicos.

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Acciones de aprendizaje automáticoTodos los valores mencionados anteriormente utilizan tecnologías de aprendizaje automático, pero si busca más opciones, aquí hay otras dos que vale la pena considerar:Acciones de aprendizaje profundoEl aprendizaje profundo es un subconjunto del aprendizaje automático que utiliza redes neuronales artificiales inspiradas en el cerebro humano. Es el tipo más avanzado de inteligencia artificial y es crucial en tecnologías como los coches autoconducidos. El aprendizaje profundo está avanzando en áreas como la atención sanitaria preventiva, donde se necesitan algoritmos de predicción, y se diferencia del aprendizaje automático en que no requiere aportaciones humanas.Entre las empresas estrechamente relacionadas con el aprendizaje profundo está Nvidia, cuyos chips de GPU utilizan el aprendizaje profundo para alimentar los centros de datos y permitir la conducción autónoma y la computación en la nube, entre otras funciones.Alphabet está expuesta al aprendizaje profundo a través de varias de sus empresas, incluida su start-up de vehículos autónomos Waymo. También posee DeepMind, una plataforma de aprendizaje profundo que puede diagnosticar enfermedades oculares, predecir las formas de las proteínas y acelerar el proceso de descubrimiento científico.

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Si abre su bandeja de entrada, coge un periódico o entra en una red social, lo más probable es que encuentre rápidamente un titular que afirme que la Inteligencia Artificial (IA) está a punto de redefinir por completo nuestra forma de vida. Después de varios falsos amaneceres para la IA, parece que ahora estamos en una edad de oro en la que la disponibilidad y asequibilidad de suficiente potencia de cálculo, combinada con un crecimiento sin precedentes de la disponibilidad de datos, han sentado las bases para un cambio significativo en muchas industrias.

Sin tratar de separar el bombo de la oportunidad genuina, la realidad es que para muchas industrias, los algoritmos y las tecnologías resultantes de este cambio inspirado en la IA cambiarán el juego y equivaldrán a procesos empresariales completamente nuevos. Para otros sectores, en particular los que tradicionalmente se basan en la información, la adopción de la IA y el aprendizaje automático será probablemente una extensión evolutiva de los procesos empresariales existentes.

El sector de la gestión de inversiones entra de lleno en esta categoría impulsada por la información. Sin entrar en el debate sobre la Hipótesis de los Mercados Eficientes (HME), está bastante aceptado que los mercados de activos son, al menos, lo suficientemente eficientes como para que una cantidad sustancial de información (datos), junto con una interpretación hábil de esos datos, sea un requisito previo para vencerlos.