▷ A quien vende armas españa | Actualizado junio 2024

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BarcelonaHay un sector de la economía española que no sufre tanto la crisis: la industria militar. Desde hace una década, España es uno de los 10 países que más armas exporta en el mundo, un lugar muy por encima de su capacidad económica o de su peso político global. Según el último informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Paz y la Investigación (SIPRI), publicado hace dos semanas, ocupa el séptimo lugar en el ranking mundial de exportadores de armas en el periodo 2016-2020, sólo por detrás de las grandes potencias militares del planeta: Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania, China y Reino Unido. En 2018 ocupó el quinto lugar. En los últimos años, el 3,2% de todas las armas vendidas en el mundo fueron fabricadas en España, con las correspondientes autorizaciones para su comercialización por parte del Gobierno de Madrid. Las exportaciones de armas hechas en España se han disparado un 295,4% entre 2010 y 2019. Todo un negocio que crece en la opacidad, amparado por la Ley de Secretos de Estado.

La maquinaria se puso en marcha entonces, pero cogió velocidad de crucero tras el crack económico de 2008-2009, cuando Pedro Morenés (que había sido directivo de Construcciones Navales del Norte y de la empresa paneuropea de misiles MBDA o de Instalaza, la firma zaragozana que fabricaba bombas de racimo, ahora prohibidas) se convirtió en ministro de Defensa en el primer Gobierno de Mariano Rajoy. “La industria militar se había involucrado en proyectos muy costosos alentados por el Gobierno, y con la crisis se encontraron con que no podían mantener las ayudas y los créditos públicos. Así que el Gobierno optó por “compensar” a los fabricantes de armas ayudándoles a exportar a otros países”, añade Jordi Armadans, de Fundipau. Las peligrosas amistades de la monarquía española con sus homólogos del Golfo, y en particular con Arabia Saudí -que desde hace unos años está inmersa en una carrera armamentística para posicionarse como gran actor regional en Oriente Medio- han hecho el resto.

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La Secretaría de Estado de Comercio, responsable del control de las exportaciones, justifica la posición de España como exportadora de armas argumentando que “alrededor del 80% del valor de las exportaciones corresponde a aeronaves ensambladas o modificadas en España y en las que participan otros miembros de la UE y terceros países en el marco de programas de cooperación”. En cuanto al apoyo financiero que la administración presta al sector, se limita a señalar que “las exportaciones de material de defensa y seguridad están incluidas en el ámbito de actuación de instrumentos tradicionales como el Fondo para la Internacionalización de la Empresa Española”. El sector emplea a 21.000 personas y factura 6.200 millones de euros al año, el 0,5% del PIB, según el Gobierno.

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Según el informe “Exportaciones de Material de Defensa y Doble Uso de la Secretaría de Estado de Comercio” presentado en el Parlamento español, entre enero y julio de 2020, el Gobierno PSOE-Podemos autorizó ventas de armas por un valor récord de 22.500 millones de euros. Esta cifra es superior a la suma de las ventas de 2018 y 2019, que ascendieron a 21.400 millones de euros en conjunto.

España es el séptimo exportador mundial de armas y sus exportaciones de armamento han sido las terceras que más han crecido en los últimos cuatro años. Su negocio militar-industrial es un pilar clave de la economía, representando el 1% de su Producto Interior Bruto.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (PSOE), segundo a la izquierda, camina junto al líder de Podemos, Pablo Iglesias, segundo a la derecha, y la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, a la izquierda, en el Palacio de la Moncloa en Madrid, España, el martes 14 de enero de 2020. (Crédito de la imagen: AP Photo/Manu Fernandez)

El gobierno PSOE-Podemos no se ha limitado a continuar con la tradicional política de apoyo a su industria armamentística nacional, sino que ha trabajado para aumentar sus ventas y diversificar sus destinos de exportación. Detrás de estos esfuerzos está Podemos, que articula los intereses de los sectores acomodados, proimperialistas, de la clase media-alta. Como partido estatal que ataca el nivel de vida de los trabajadores, apoya las guerras y los golpes de estado, ataca los derechos democráticos y emplea la represión del estado policial, su apoyo a la industria armamentística forma parte de su política imperialista más amplia.

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Este aumento forma parte de un incremento mundial de las transferencias de armas que comenzó a principios de la década de 2000, según un informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo. Según este análisis, España fue el séptimo mayor exportador de armas el año pasado.

El gobierno español denegó el permiso para cuatro ventas el año pasado, incluyendo dos envíos de equipos por valor de 1,9 millones de euros que habrían ido a Israel. Una venta a China y otra a Myanmar tampoco obtuvieron autorización.

Alemania fue el principal cliente de España el año pasado, con la compra de armas por valor de 1.200 millones de euros, según un informe presentado al Congreso por la Oficina del Secretario de Estado de Comercio. Otros clientes importantes fueron Gran Bretaña, Francia y Turquía.

Desde que Arabia Saudí lanzó una operación militar en Yemen en 2015, sus compras de munición española casi se han triplicado, pasando de 34,7 millones de euros en 2016 a 90,1 millones en 2017. En Yemen, Arabia Saudí lidera una coalición que ha sido acusada de crímenes contra la humanidad.